Se fiel y no mires con quién.
Qué tema el de la fidelidad en las relaciones humanas…
¿Pensáis que vivimos tiempos en los que se ha perdido la esencia de la lealtad?
La lealtad nace en el interior de uno mismo y se manifiesta en lo externo a través de qué tipo de relaciones creamos.
El jardín interior debe estar muy cultivado y florido para poder ser un buen AMANTE. Desde la esencia de cada uno nace una llama que brillará deslumbrando cada ser que puedas tocar. ¡Pero a ese camino no se adentra cualquier valiente, debe ser uno de los que dice VOY! y saca la azada, y ara que te ara, hasta que labra un oasis en su interior.
Actualmente pasamos una de las épocas más complejas conocidas en el ámbito del desarrollo humano. Existen múltiples caminos que elegir en cada circunstancia diaria. Miles de distracciones, diversiones, fiestas y atracciones.
La comunicación es extraordinariamente sencilla con cualquiera, tenemos al alcance de un clic millones de personas con las que interactuar. Un zoco de diversos colores, olores, sabores y sensaciones. Una droga adictiva a estar en un estado de éxtasis y adrenalina continuos.
Si una relación no funciona hay muchas otras esperando… a golpe de Match… sencillísimo… o eso aparenta.
Esta fiesta de variedades tiene dos caminos o quizá incluso más. El que no te saca de tu trabajo interior y el que te mantiene subido al baffle continuamente, de after en after.
Volviendo a la lealtad, en realidad nada tiene que ver con tu pareja o con quien/es mantienes una relación. La lealtad tiene que ver con uno mismo.
Y eso se descubre recorriendo el primer camino.
En el del bafle lo más seguro que no consigamos conexión interior, y no es un juicio, pero la confusión va a traer muchos desencuentros en las relaciones que podamos establecer.
La lealtad comienza en nuestro corazón. Ser leal es amarse mucho desde la esencia, ser coherente con lo que somos, serte fiel y actuar siendo firme en lo que sabemos que nos conviene, lo que está hecho para nosotros, lo que nos hace inmensamente felices, ser leal es estar pleno en soledad.
Si llegas a ese estado de consciencia, si eres leal contigo mismo, es imposible dejar de ser leal con los demás. Cultivarte tan dentro te llevará a amar el suelo que pisas. Ya no eres capaz de dañar.
Si cerca tuyo tienes una persona que no te es leal, que sientes que no te sigue ni está caminando tu mismo sendero, la opción que te ofrecerá más serenidad y equilibrio y te permitirá seguir creciendo, es elegir otro sendero.
Sus carencias emocionales tendrán que cubrirse con las tuyas, será un robo de energía constante para compensar ese desamor que se tiene así mismo.
Las personas infieles no se aman. Son infieles con ellos mismos.